Cuenta la leyenda cómo un árbol brotó de las cenizas de una gran ciudad, sus hojas recordaban a las alas de las mariposas y la brisa dibujaba su vuelo al acariciarlas. El árbol de la esperanza, Ginkgo Biloba, creció y comenzó a vestir de color la gris ciudad de Hiroshima.
En Cerabella hemos querido condensar el espíritu de este magnífico árbol en esta nueva colección. Un modelo que motiva a seguir creciendo, coger impulso para brotar aún con más fuerza.

Esencias verdes y cítricas se mezclan suavemente como notas de salida de su perfume, un corazón floral con acordes de hojas frescas de té aporta su espíritu vibrante y como toque final, un fondo intenso amaderado y almizclado culmina esta enérgica fragancia.