
CERERÍA ABELLA
Abella, en catalán, significa abeja y es el apellido de una mujer. Abella también es el nombre de un pueblo, en la cima de una montaña horadada por un río, que algunos dicen que se llama así porque sus casas son como una colmena encaramada a la roca.
Este es el paisaje del Pallars que Francesca Abella dejó atrás para irse a Barcelona y fundar la Cerería en el barrio del Raval. Allí empezó una aventura que, siglo y medio más tarde y cinco generaciones después, aún continúa.
EN EL CORAZÓN DEL RAVAL
Muchas cosas han cambiado desde entonces: hay luz sin velas por la noche, la cera de las abejas ya no se blanquea al sol y ya no fabricamos en el barrio, sino en Cerabella (Sentmenat), a media hora justa de Barcelona. En el mismo mostrador donde Francesca pesaba los cirios, ahora os envolvemos para regalo las velas perfumadas. Y en los estantes donde se colocaban las candelas, encontraréis hoy las últimas propuestas en diseño y velas de autor.

ARTESANÍA Y DISEÑO
Antes de que la electricidad llegara a muchas casas de Barcelona, cuando caía la noche y tenías que subir hasta el rellano de tu casa, el sereno te daba un pedacito de cerilla encendida para iluminar los peldaños de escalera hasta tu puerta. Las velas eran útiles y absolutamente necesarias.
El paso del tiempo, la inquietud por la creatividad y el amor por las cosas bellas han modificado un poco la finalidad de las velas fabricadas en Cerabella. Conservando el legado de un oficio milenario, ahora también nos mueve la investigación de nuevas formas, nuevos usos y nuevos conceptos: velas aromáticas para crear ambientes evocadores, velas de exterior para iluminar verbenas, velas con esencia de citronela para jardines o velas de autor diseñadas por creadores de los ámbitos más diversos.
¡Las posibilidades son tantas y tan inspiradoras, que nos cuesta dejar de explorar!

VELAS HECHAS A MANO
Eso sí, tanto entonces como ahora, cada pieza es única. Todas las velas son artesanales, hechas a mano, por personas que conocen el oficio y que consagran su tiempo y dedicación a su fabricación.
Apreciamos esta parte de nuestra profesión que enlaza con el saber hacer antiquísimo del cerero artesano. Un oficio marcado por el tiempo pausado de las velas hechas a mano, creadas por personas y para personas.
LA CERERÍA DE BARCELONA
La suerte de mantener el espacio que vio nacer Cerabella en el centro de la ciudad nos permite atenderos en persona. ¿Buscáis una vela para aquel candelabro de época? ¿Necesitáis iluminar una fiesta de cumpleaños? ¿Decorar una tarta? ¿Soñáis con una boda única? ¿O simplemente queréis encontrar aquel perfume tan concreto que os transporta a un recuerdo? Si venís a vernos a la Cerería, os podremos atender y asesorar. Y si no pudierais venir al Raval, no dudéis en pasearos por este espacio online y nosotros os acercaremos las velas.
¡Muchas gracias por la visita!


